Alberto y Katia

Cuando hace un par de años nadie daba un duro por Alberto y creíamos que este chico era un caso perdido y no habría manera de que se echase novia ni sentara la cabeza, conoció a Katia en la boda de Carlos Ferre. Y desde ese dia, Alberto fue otro.

El antaño soltero de oro de la pandilla, tras mudanza con Katia y sus perros, nacimiento de su hijo Alejandro, pañales y demas tareas, asume otra nueva responsabilidad. Se casa.
La verdad es que Alberto siempre ha sido un poco osado pero, aunque parezca lo contrario, en estas decisiones no se ha equivocado. Katia (en la foto que ilustra el post, de alexp.) es una pedazo de mujer, que no solo le quiere y le complementa sino que ademas es muy inteligente. Asi que bueno, mientras sea ella la que tome las decisiones importantes le ira bien en la vida. Creo que él lo sabe.
Pues estuvimos de boda hace un par de semanas. La semana anterior ya habíamos ido a una capea-despedida de soltero organizada por su hermano Javier que salió bastante bien, salvo el inevitable incidente propiciado por la mezcla de ron, vaquillas y nocturnidad.
La boda fue divertidísima y le gente se lo pasó genial. Fue en una finca por Aranjuez con el agravante de las bodas diurnas; desde las 4 de la tarde ya estás borracho. Menos mal que un autobus nos llevo al hotel y dormimos en ese pueblo. Selección de fotitos. Que bien se lo pasa uno en las bodas. Próxima parada, mi primo Luis de Málaga.